Page 54 - REVISTA AD MAESTRO - Septiembre de 2018
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MÚSICA

























                Charango:










                       Cuerdas de los andes










          El reciente fallecimiento del músico peruano                        Jorge Tineo
          Jaime Guardia Neyra (Pauza, Ayacucho, 1933-2018)
          entristeció a la comunidad artística nacional.                    UN SOLO ORIGEN,
          Se trata del principal exponente del charango,                    DOS NACIONALIDADES
          un cálido instrumento de cuerdas cuyo sonido
                                                                               Si quisiéramos ahorrarnos erro-
          inconfundible es sinónimo de nuestro folclore                     res y polémicas tendríamos que de-
          andino. La suavidad de sus trinos nos acompaña                    cir únicamente que el charango se
          desde tiempos ancestrales y es, junto al cajón y la               originó en los Andes, entre los siglos
          quena, símbolo de peruanidad en lo que a música                   XVI y XVII, como resultado de la lle-
          se refiere. En memoria de don Jaime –que recibiera                gada de los españoles a América del
                                                                            Sur. Como es notorio con solo mirar-
          en el 2003 la Medalla de Honor José Antonio                       lo, el charango es la adaptación alti-
          Encinas de la Derrama Magisterial- en esta nota                   plánica de la guitarra española, que
          hablamos del charango: su historia, evolución y                   a su vez desciende de un instrumen-
                                                                            to más ancestral: la vihuela. Siglos
          principales características.                                      de mestizaje, evolución y moderni-
                                                                            zación no le han quitado al charango
                                                                            el encanto telúrico de su sonido, el
                                                                            mismo que, de vez en cuando, sue-
                                                                            le enfrentar a dos países hermanos
                                                                            que pugnan por la paternidad de
                                                                            este entrañable artefacto sonoro po-
                                                                            pular: Bolivia y Perú.
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