Page 19 - REVISTA AD MAESTRO - Septiembre de 2018
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sin ser conscientes de cómo la
adquirimos y a veces ni siquiera
de que la hemos adquirido, pero
para superarla necesitamos un
esfuerzo deliberado, un hacernos
conscientes de ella para no per-
petuarla. Pero añade que hacer
explícitas las representaciones
implícitas no es suficiente para
cambiarlas. La mayoría de inves-
tigaciones muestran que hay solo
un éxito limitado en relación con
la aceptación de las ideas nuevas
y que las ideas viejas siguen bá-
sicamente vivas (Duit, 1999). Sa-
bemos que el camino es un poco
más largo de lo que parece pero
requiere que iniciemos nuestro
trabajo desde el rol en el que nos
encontremos.
Lo más preocupante sería ser
indiferente al valor de la emoción
en el contexto de la enseñanza
pues implicaría no aprovechar de reflexión y toma de consciencia,
su potencial para influir positiva- pues no existe otro trabajo en el
mente en la calidad de la expe- que la dimensión personal juegue
riencia de vida, modelando habili- un papel tan importante.
dades sociales, retroalimentando En esta dimensión no le se-
la actuación infantil y adolescente rán muy útiles los conocimientos
con auténticos argumentos forma- sobre desarrollo personal si no
tivos, basados en la validación de aprende a aplicarlos y autoeva-
la experiencia personal. El reto luarse de manera permanente.
constante consiste en hallar los Pero ¿Podemos reprogramar
medios para mantener el pensa- el subconsciente para ser más fe-
miento crítico sobre uno mismo. lices?
Según Cases, I. (2009), el cre- “Esto requiere de un trabajo
cimiento personal del maestro arduo, de recablear nuestro cere-
debe priorizar la dimensión per- bro y estar en constante contacto
sonal del educador para contri- con nuestras emociones, acciones
buir a una formación que deje de y consciencia. La clave está en
focalizar las aptitudes técnicas reconocer cada uno de esos pen-
para lograr un crecimiento como samientos, positivos o negativos,
proceso de aprendizaje de dentro no hacerlos a un lado, mirarlos de
hacia fuera, que garantice avance, forma objetiva y saber que sí se
desarrollo, superación y mejora. puede trabajar con las cosas que
Para que el maestro logre cues- uno quiere cambiar” (Bruce Lip-
tionar creencias, emociones y es- ton, La biología de la creencia).
quemas que funcionan de forma También necesitamos que las
automática y que pocas veces se investigaciones y procesos forma-
miran de forma consciente, críti- tivos destinados a docentes res-
ca y reflexiva. Conocer la comple- pondan a preguntas como:
ja realidad que viven los maestros ¿Cuáles son los estados inter-
en sus escuelas a través de sus nos que vive el profesor dentro de
propias voces (creencias, inquie- su práctica docente?
tudes, sentimientos) y ofrecer he- ¿Cuáles son las creencias,
rramientas formativas para soste- conscientes o inconscientes, que
ner el ejercicio docente. sustentan la relación educativa de
No olvidemos que el educador los maestros?
ha de llevar muchos años de venta- ¿Se pueden mejorar las rela-
ja psicológicamente hablando, y la ciones interpersonales, trabajan-
puede lograr a través de un proceso do la relación intrapersonal del
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